martes, 31 de marzo de 2009

Australia y Tokio impulsan un desfile de moda sin modelos

Estos dos países han sido pioneros a la hora de innovar encima de una pasarela. Acostumbrados a ver desfilar a hombres y mujeres de bellezas canónicas, para mostrar las nuevas creaciones de los diseñadores, Australia y Tokio optan por una nueva manera de entender el negocio.

Por un lado, en Forrest Chase de Perth, un centro comercial de Australia, las prendas de la próxima colección de otoño se mostraban y enseñaban a sus viandantes de una manera un tanto peculiar: no había modelos dentro de ellas, ni siquiera maniquíes. Las ropas bailaban y se movían solas al ritmo de una música, ante la mirada atónita de los que por allí pasaban. Unos hacían fotos, otros bailaban con ellas y otros simplemente se sorprendían, ante la propuesta tan arriesgada de la agencia de publicidad británica Marketforce (en inglés)


Y es que no menos sorprendidos, se quedaron en la Semana de la Moda de Tokio, cuando un humanoide mujer, abrió el desfile. Se trata de un robot llamado HRP- 4C, y aunque no reúne las condiciones de modelo, mide 1,58 pesa 43 kilos y no tienen una formas perfectas, fue la encargada de dar la bienvenida a los asistentes, sin ropa y con reverencia incluida. Su cuerpo es de un aluminio negro y plateado y su rostro hecho a base de silicona, que le aporta un aspecto más humano, imitando la belleza japonesa


Shuji Kajita, integrante del equipo encargado de la creación del robot, afirma que el humanoide es capaz de reconocer la voz y expresar distintos sentimientos: alegría, enfado; gracias a unos motores que lleva implantados en su rostro. Todavía no está a la venta pero se calcula que su precio de salida será de 200.000 dólares y su función estará lejos de las pasarelas, orientado al ocio o profesora de aerobic





Video Robot HRP-4C Semana de la moda en Tokio (1:21 min.)




Vídeo Forrest Chase de Perth (1:18 min.)

lunes, 16 de marzo de 2009

El zapato de tacón un fiel amigo de la mujer

Seis siglos después de su nacimiento, los zapatos de tacón siguen siendo un imprescindible en el armario de toda mujer. Cada paso dado en fiestas, en el trabajo o incluso de paseo, se impregna de glamour y elegancia si se acompaña de este calzado.


Los usamos a diario, pero realmente desconocemos su origen. Históricamente se ha relacionado su nacimiento, con el uso de estribos en el manejo de los caballos, allá por el siglo XV. Ese tipo de calzado era algo parecido a las botas camperas o de cowboy actuales. Ya en algunos cuadros de Leonardo Da Vinci, se podían ver imágenes relacionadas con el mundo de la caballería con este zapato.


Inicialmente este calzado era utilizado por los hombres. Quien consiguió ponerlo de moda, fue un zapatero llamado Nicolás Lestage en 1660, cuando creó unos zapatos de tacón para el rey Luis XIV. Pronto se creó su variante para la mujer; convirtiéndose años más tarde en la única portadora de los mismos. El único calzado elevado que comparten hombres y mujeres son las camperas.


Con el paso de los años, este zapato ha ido evolucionando. Los tacones pueden ser bajos, si son menores de 6cm, medios si son entre 6 u 8,5 cm y altos si superan esta última cifra. Para la forma de los mismos, no hay ninguna regla, solo ser capaz de mantenerse erguida. Si hace unos años imperaba el tacón cuadrado, y el de aguja, actualmente conviven varias tendencias: la plataforma con punteras redondas, o los peep- toe (con la parte delantera al descubierto), pero también diseños imposibles con arañas en los tacones, o tacones-pistola como los que presentó Karl Lagerlfeld en su colección crucero para Chanel.



Todas estas creaciones serían imposibles, si no existirían maestros zapateros de la talla de Manolo Blahnik, (en inglés), Jimmy Choo (en inglés) o Christian Louboutin (en inglés): o a nivel nacional Jesús Cánovas. Celebrities como Scarlet Johansson, Victoria Bechkam, Madonna o Penélope Cruz son enamoradas de los zapatos de tacón y fieles amigas de algunos de estos profesionales. Tanto las alfombras rojas, como los escenarios o los pasillos de algún ministerio reciben los pasos más glamurosos y elegantes, al ser acompañados del tacón.

La importancia de este calzado es tal, que hay películas que no serían lo mismo sin ellos. “Sexo en Nueva York”, “María Antonieta” -con creaciones de Manolo Blahnik- o “El diablo se viste de Prada” son algunos de los ejemplos que muestran la evidente necesidad de los mismos.


Y es que como dice Christian Loubotin, “las mujeres se expresan con sus zapatos” y que mejor que hacerlo subida a unos tacones que nos aporten elegancia, buen gusto y esa magia a la que Manolo Blanhik siempre hace referencia para hablar de ellos: de los zapatos de tacón.



martes, 10 de marzo de 2009

Llega la fiebre de las hombreras a la Pasarela Cibeles

Un símbolo de poder, más marcadas, de cortes geométricos… asistimos al resurgir de las hombreras. Amadas por unos, odiadas por otros, varios diseñadores de Cibeles Madrid Fashion Week apostaron por ellas.



Muchos dicen que son un símbolo de fuerza de la mujer ante los momentos difíciles, otros que están inspiradas en las armaduras medievales. Lo que no hay duda, es que
desde los años 30, las hombreras acompañaban a mujeres y star-system de la talla de
Ava Gardner o Barbara Stanwyck, marcando sus cinturas y acentuando sus hombros; Para después seguir la tendencia en los años 40 influenciada por los trajes militares que se utilizaban en ese momento, durante la Segunda Guerra Mundial.

Tuvieron que pasar 40 años para que la silueta atlética que proporciona este elemento, se volviera a ver en las calles. Fue entonces, en los 80, cuando las hombreras tuvieron su máximo esplendor, fue el momento de las creaciones más alternativas y creativas que se podía conseguir con ellas. La “Movida Madrileña” estuvo marcada por su uso, tanto para ellas como para ellos. Alaska, Loquillo o incluso Pedro Almodóvar eran asiduos de las hombreras.


En 2008, Marc Jacobs las rescata para volver a introducirlas en sus desfiles, para volver a verlas en esta edición de Cibeles. Diseñadores como Amaya Arzuaga las combina creando una mujer con formas arquitectónicas, así como Victorio&Lucchino optaron por hombreras de cortes geométricos, con mangas farol, aportando elegancia a la silueta femenina.


Apuestas mas transgresoras fueron las de El Delgado Buil con toques ochenteros y acompañadas de tejidos como la lana y el cashmere o las de American Pérez.

Carmen March nos transportó a los años 40 con hombreras en todas sus creaciones, faldas tubos, sin duda la pieza estrella de su colección fue una lévita con hombreras de marabú.

Aunque las hombreras han sido uno de los elementos revival de la moda más temidos por las mujeres, hay que tranquilizarse puesto que la tendencia actual es una silueta mucho más suavizada que la de los inicios de este elemento, adaptada a los cánones de la mujer actual. Por ello no será extraño, empezar a verlas en las calles, en los hombros de las más atrevidas durante el otoño que viene. Si nos atrevimos con los leggins, con las lentejuelas ¿Por qué no darlas una oportunidad?
Y como reza el dicho:

¡Renovarse o morir!



Desfile de Carmen March. Pasarela Cibeles otoño/invierno 2009-2010