lunes, 16 de marzo de 2009

El zapato de tacón un fiel amigo de la mujer

Seis siglos después de su nacimiento, los zapatos de tacón siguen siendo un imprescindible en el armario de toda mujer. Cada paso dado en fiestas, en el trabajo o incluso de paseo, se impregna de glamour y elegancia si se acompaña de este calzado.


Los usamos a diario, pero realmente desconocemos su origen. Históricamente se ha relacionado su nacimiento, con el uso de estribos en el manejo de los caballos, allá por el siglo XV. Ese tipo de calzado era algo parecido a las botas camperas o de cowboy actuales. Ya en algunos cuadros de Leonardo Da Vinci, se podían ver imágenes relacionadas con el mundo de la caballería con este zapato.


Inicialmente este calzado era utilizado por los hombres. Quien consiguió ponerlo de moda, fue un zapatero llamado Nicolás Lestage en 1660, cuando creó unos zapatos de tacón para el rey Luis XIV. Pronto se creó su variante para la mujer; convirtiéndose años más tarde en la única portadora de los mismos. El único calzado elevado que comparten hombres y mujeres son las camperas.


Con el paso de los años, este zapato ha ido evolucionando. Los tacones pueden ser bajos, si son menores de 6cm, medios si son entre 6 u 8,5 cm y altos si superan esta última cifra. Para la forma de los mismos, no hay ninguna regla, solo ser capaz de mantenerse erguida. Si hace unos años imperaba el tacón cuadrado, y el de aguja, actualmente conviven varias tendencias: la plataforma con punteras redondas, o los peep- toe (con la parte delantera al descubierto), pero también diseños imposibles con arañas en los tacones, o tacones-pistola como los que presentó Karl Lagerlfeld en su colección crucero para Chanel.



Todas estas creaciones serían imposibles, si no existirían maestros zapateros de la talla de Manolo Blahnik, (en inglés), Jimmy Choo (en inglés) o Christian Louboutin (en inglés): o a nivel nacional Jesús Cánovas. Celebrities como Scarlet Johansson, Victoria Bechkam, Madonna o Penélope Cruz son enamoradas de los zapatos de tacón y fieles amigas de algunos de estos profesionales. Tanto las alfombras rojas, como los escenarios o los pasillos de algún ministerio reciben los pasos más glamurosos y elegantes, al ser acompañados del tacón.

La importancia de este calzado es tal, que hay películas que no serían lo mismo sin ellos. “Sexo en Nueva York”, “María Antonieta” -con creaciones de Manolo Blahnik- o “El diablo se viste de Prada” son algunos de los ejemplos que muestran la evidente necesidad de los mismos.


Y es que como dice Christian Loubotin, “las mujeres se expresan con sus zapatos” y que mejor que hacerlo subida a unos tacones que nos aporten elegancia, buen gusto y esa magia a la que Manolo Blanhik siempre hace referencia para hablar de ellos: de los zapatos de tacón.



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